El "ser para la muerte" en la filosofía de Martín Heidegger

El eje central de la filosofía de Heidegger es volver a formular la pregunta por el Ser. Y el hombre es el ser que se interroga acerca del Ser. Es el ser capaz de reflexionar sobre su propio ser y sobre el ser-en-general.

    Ahora bien, el hombre cotidiano se descubre huyendo constantemente de sí mismo, de un temor que lo agobia. A esto Heidegger lo denomina “verfallen” (derrumbamiento), y consiste en una fuga de sí mismo. El sujeto se transforma en el cualquiera anónimo. El hombre que no es auténtico es el que se encuentra absorbido por las cosas que absorben a cualquiera y termina por interpretarse a sí mismo como una cosa entre otras. Pero, ¿Qué es el temor para Heidegger?

    Antes de responder esta pregunta deberíamos reproducir la distinción que el mismo Heidegger hace respecto del temor y del miedo. Aunque comúnmente se los asocie como sinónimos no son lo mismo. El miedo encuentra su origen en algo externo. Siempre se tiene miedo de una persona o cosa determinada, no obstante solo un ser que se preocupe por su Ser puede sentir miedo. Al tener miedo el hombre se preocupa por su propio ser-en-el-mundo. El hombre en su falta de autenticidad no huye del miedo sino del temor.

El temor no encuentra su origen en un objeto determinado y definido. Lo que al hombre le inspira temor es el mundo como tal. En el temor el mundo se le aparece al hombre irremediablemente en toda su nada. Un mundo que es ajeno a él. En el temor el hombre se encuentra a sí mismo como un ser arrojado a un estado en el que no está a gusto, y si trata de escapar de este hecho duro, si se refugia en el ser uno-como-muchos (das Man), su ser, su existencia se vuelve inauténtica.

El temor es lo que constituye el significado propio, genuino y auténtico del yo. En el derrumbamiento el hombre se escapa de sí mismo, de su ser auténticamente el mismo, en última instancia de su ser hombre. En el temor el hombre se enfrenta con su ser como proyecto inacabado, su ser como posibilidad. El hombre ejerce la ejecución de su propio ser, pero siendo un proyecto caído. Caído porque aún no adquirido perfecto dominio sobre sí mismo. El temor descubre en el hombre la posibilidad de ser proyecto, y esta posibilidad es la muerte. La muerte es entendida entonces como fin del ser potencial del hombre. La muerte es el fin de todo proyecto, o dicho de otra manera, todo proyecto se acaba con la muerte. Por consiguiente todo temor es temor a la muerte.

Pero la muerte es parte constitutiva de la vida del ser del hombre. El hombre desde que nace comienza a morir, comienza a vivir con la muerte. Tan pronto como el hombre viene a la vida ya es lo suficientemente viejo para morir.

La muerte no es, o no debe ser, un hecho vivido externamente sino que debe ser vivido como algo que es algo intrínseco a la propia vida del hombre. Mas el hombre, en su cotidianeidad, en su praxis, es absorbido por el anonimato...
...del uno como muchos y de esta manera huye de la posibilidad más propia de su existencia, la muerte. En nuestro tiempo la muerte se esconde, es algo de lo que no se habla. Nuestra época es la expresión de una obsesión por la vida y la juventud perpetua más allá de los límites naturales, más allá de la muerte. Esta fuga no es otra cosa que la expresión del temor a la muerte y por tanto el escape de este temor. El ser de uno como muchos es un ser enajenado de dos maneras. En primer lugar respecto de sí mismo, ya que se encuentra fuera de sí, negando la propia finitud; y en segundo lugar, respecto de su posibilidad más propia, la muerte. “El impersonal uno-como-muchos solo se interesa en la certidumbre de estar aun vivo (sic)”. [LUYPEN, W., Fenomenología existencial, p. 322].

La muerte tiene que ver por tanto con la libertad del hombre, ya que la libertad de ser auténticamente uno mismo se revela en el temor como libertad-para-la-muerte. La amenaza de la muerte no nace del cuándo llegará, sino que nace del no-cubrimiento del hombre en tanto que corre delante de sí. En otras palabras, para que el hombre sea libre es necesario que sea consciente de su finitud, del fin de sus posibilidades, de su ser para la muerte (Sein zum Tode). De esta manera se conducirá por la vida de otra forma, de una forma auténtica y libre, y no diluido en el uno como muchos, impersonal e inauténtico.

Comentarios

  1. Muy buen tema, me gusto mucho el modo en que lo explicas ya que se logra comprender muy bien. :)

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  2. Excelentemente bien explicado. Gracias por compartirlo.

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  3. Muy bueno y excelente explicacion

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  4. esta muy buena la informacion, buen trabajo

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  5. Se encuentra muy bien la informacion y exelente trabajo.

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  6. Que aburrido, gracias saludos de Lima.

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  7. Esta super bueno ya que tiene mucha información, gracias saludos desde COLOMBIA

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  8. Estupendo trabajo, felicidades

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  9. Acabo de leer tu comentario. Haces un buen resumen. Aunque queda la sensación que Heidigger no logra dar con una solución para la angustia del ser. ¿cómo vencemos el temor? Puestos en la condición del ser en el medio del mundo, víctima de las vicisitudes de la economía, de la política, como un peón más en la escena mundial ¿somos realmente libres para elegir nuestro destino? ¿podemos realmente decidir quién tomará nuestra mano al momento de la muerte? Frank, víctima, en la otra orilla, dirá parafraseando a Nietzche que si tenemos un qué podemos soportar cualquier cómo, que en definitiva la vida es voluntad de ser vivida, pese a lo que venga. ¿cuál sería la respuesta de Heidigger ante esto?

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    Respuestas
    1. Tus preguntas me han antojado contestar con algo de la interpretación que realice.
      1. El temor se vence buscando devenir nuevamente al sí mismo, al estado donde la conciencia formó al Hombre y se reconoce a sí mismo. Esto es lo que implica un proyecto, una empresa, un esfuerzo; una "fundación del sentido de la existencia" y "un esfuerzo direccionado hacia lo que te has proyectado". Cuando esto se comienza y se vive, se sufre, se busca y se experimenta en la vida y su existencia, el hombre recorrerá el camino hacia el dominio de sí mismo. En ese momento se habrá vencido el temor.
      2. El estado de conciencia que se encuentra en el dominio de sí mismo es lo que le da forma al Hombre. Este estado de conciencia implica aceptar tu mortalidad y entender que esa mortalidad es parte integra de sí mismo, no es un castigo o maldición, es una condición de nuestro mundo orgánico. Somos libres en tanto comprendemos como la muerte constituye al ser, y por tanto el origen del temor (la muerte) y el miedo al exterior (lo desconocido o las condiciones que mencionas y su posibilidad para causarme muerte o esclavizarme) es lo que nos mantiene en un estado inacabado, arrojados al mundo cumpliendo expectativas, sufriendo por el sí mismo que no alcanzamos, que tal vez vemos por estar cómodos en el mundo que te recibe.
      Tu pregunta dice que si somos libre para elegir destino, y me resulta contradictoria por el significado de destino. Sin embargo, somos libres entendiendo que nada en el mundo puede dañar tu proyecto, tu domino de sí mismo, excepto el efecto de la muerte. Ahora, ser UNO-COMO-TODOS también es una decisión.
      3. Ojala tu vida de para morir siendo cuidado por la persona que en un punto de la vida desees que te acompañe en tu lecho de muerte.
      4. Definitivamente no sé cuál sería la repuesta de Heidegger. Pero me atrevo a decir en términos de Heidegger: Un Hombre no le teme a la muerte, un Hombre no le tiene miedo a la vida. Un Hombre es Hombre porque se domina a sí mismo sobre cualquier situación y condición. Un Hombre es libre porque es autenticame sí mismo. Un Hombre no huye de sí mismo; en cambio se recibe, se sana, se cuida, se escucha, se forma, se alimenta, se percibe a sí mismo. Para el Hombre la vida es experimento. El Hombre libre no tiene miedo de sí mismo. Un Hombre libre experimenta su potencia en la vida.

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  10. Mauricio, gracias por tu lectura y comentario. Creo que Heidegger no se plantea vencer el temor que es constitutivo del ser-ahí (hombre). En este sentido él habla del hombre como un ser arrojado en el mundo, un mundo que es su mundo a la vez que es naturaleza. No me animaría a hablar de un sentido final o último que de sentido a la existencia, "un qué que permita 'soportar' un cómo". Heidegger más bien habla de un horizonte explicativo, es decir, un contexto, un abanico de posibilidades que sitúa una posibilidad entre otras tantas. La libertad está asociada a la conciencia de finitud del ser humano y ahí yace su autenticidad, su "verdad" sobre sí. Las posibilidades del ser humano o del ser-ahí no son infinitas. En definitiva no hay nada definitivo en este autor y esa es su intención. Saludos

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  11. MAGNIFICO y tambien de Lima acá no todos somos burros ni burras de donde viene la palabra ABURRIDO 😊

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  12. muy bueno...me podrias decir bibliografia de donde pueda seguir investigando este tema? gracias

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  13. ¡Hola! Muy buena síntensis. Como sos compositor de esta síntesis y desarrollador del tema quiero preguntarte ¿cuál es la relación entre "autenticidad de vivir" y "conciencia de la muerte" para Heidegger? Porque lo vemos en el mundo moderno desde las marcas que publicitan con gente "joven" (20-30) hasta los viejos "pendex" (señores de 60 con chupines), esa negación a la muerte constante "de eso no se habla" o "falta tanto". ¿Quién no lloró en su naturaleza de infante cuando sus padres le explicaron sobre la muerte? A lo que voy, para Heidegger, al haber tal relación de "conciencia de muerte" con "vivencia auténcia", y si sabemos ya lo que es la mediocridad... ¿Cuál es para Heidegger la "autenticidad"? Algún ejemplo...

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  14. Por último, si la filosofía de Heidegger se resume (gracias a esta explicación, repito que muy buena por cierto) en el tomar conciencia de nuestro ser y nuestra finitud... es bastante probe, o al menos impráctica.

    El hombre es un "ser-para-la-vida" puesto que para morir hay que vivir primero. Es más, tomar conciencia de la muerte es darle "valor" a nuestra vida y de ahí aprovechar nuestra curva de posibilidades a lo largo de nuestro tiempo limitado como saber aprovechar una curva de utilidad ante una renta limitada.

    Si la filosofía de Heidegger se reduce a esto, ignora el porqué venimos, hacia donde vamos y cae un cómodo nihilismo. Es como si se promoviera el anticapitalismo usando la tecnología de mercado (Facebook, Blogger... un automóvil?) auqnue Marx ya haya cómodamente dicho en Das Kapital que para que se realizae la revolución comunista primero debe darse la represión capitalista y el desarrollo de los medios de producción para después ser repartido entre el proletariado (bravo). O sea retoma el cuestionamiento del ser para recordar que "vamos a morir" ¿Y? Perdón pero "así cualquiera" ¿y la vida? El libre albredío, la estética, la ética, la finalidad!!!! propia del existencialismo... Me gustaría leer una defensa para con el "filósofo más grande del S. XX". sALUDOS!

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  15. En ese sentido, Heidegger ofrece poco más que notas a pie de página de lo que algunos años antes ya señalaba Schopenhauer.

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  16. Excelente, de verdad comprendo el aporte filosófico de Heidegger a la luz de este desarrollo textual tan completo y bien argumentado.

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  17. Hola, un abrazo. Quisiera saber dónde puedo encontrar, especificamente, estos temas en la obra de Heidegger. ¿O se encuentra a lo largo de toda su obra? Quedo pendiente de cualquie respuesta. Un saludo a todos.

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  18. Ulises, este tema se encuentra en su obra en ya que pertenece a su comprensión de hombre como Dasein o aquel a quien se le muestra, aparece o revela el ser. La muerte es clausura de todo proyecto y de toda posibilidad y por lo tanto de toda manifestación del ser. Saludos.

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  19. Me gustan todos los razonamientos pero...me quedan cortos, "Creo en la trascendencia". El ser y la nada se da cuando no se puede sentir a full ya que ...la vida tiene tanta energía que es imposible pensar que acabe con la muerte. La muerte de ..."esa pequeña parte" que lloran en el cajón. He sido bendecida por un saldo de cuenta y he rivalidado el alma y el más allá. M.

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  20. EXCELENTE APORTE, Y BUEN ENTENDIMIENTO DE LO QUE HIEDEGGER EXPLICA ACERCA DEL DASMAN EN EL VERFALLEN.

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  21. Es una buena película, tiene un amplio enfoque filosófico. Buena reseña

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