¿Seguir estudiando?

 
¡Qué dilema! A los que hemos comenzado un recorrido académico, y a aquellos que en el ámbito laboral estamos continuamente exigidos a permanecer formados y al día nos ha surgido esta pregunta en algún momento: ¿vale la pena seguir estudiando? ¿Se reconocerá nuestro esfuerzo alguna vez? ¿Vale el esfuerzo económico y el tiempo dedicado al estudio? Los románticos nos dirían que hemos de continuar estudiando simplemente por amor a la sabiduría. ¿Y no es acaso esto la filosofía? ¿Amor a la sabiduría? Ahora bien, no nos olvidemos que no estamos en el mundo de las ideas platónico, o en la beatitud para desligarnos de lo material. Todavía respiramos y debemos alimentarnos, vestirnos, y de vez en cuando divertirnos también porque no.

La resistencia al estudio no es algo nuevo. Todo lo que requiera esfuerzo genera resistencia, sino no seríamos humanos. Ahora, como todas las cosas que hacemos, las hacemos porque encontramos en ellas algo placentero, algo bueno que nos impulsa a seguir haciéndolas. El conocimiento es una de estas cosas buenas que nos da el estudio. La cuestión de nuestro tiempo presente sigue siendo las desesperantes condiciones actuales donde un jugador de futbol gana más que un docente, donde es mejor no conocer que conocer, donde lo esperable es manejar mucha información sin coherencia ni relación, donde es más cómodo hacer que pensar y preguntarse por este hacer, donde las condiciones y el lugar de la ciencia y la filosofía son las últimas en las agendas políticas y sociales. En fin, al menos podemos seguir disfrutando del estudio. Por eso me gustó este video que comparto con ustedes, espero que lo disfruten.







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