Efecto google: ¿click, memoria o inteligencia?

Hace tiempo que se está hablando en la red sobre el "efecto google" y por una razón u otra no he podido sentarme a escribir algo sobre ello. ¿Qué es esto del "efecto google"? Pues bien, todos sabemos qué es google, al menos desde la práctica. Muchos tenemos la página del conocido buscador como página de inicio predeterminada y buscamos allí toda la información que necesitamos. Podríamos decir que este, o cualquier otro buscador, ya que en definitiva el efecto no es solo de google sino de todos los buscadores de la red y la red misma, son una puerta de acceso privilegiada a la información. He aquí el núcleo de la cuestión.

El "efecto google" que yo llamaré "efecto buscador", que aunque sea menos significativo es más preciso, produciría en la mente de las personas que los utilizan un déficit en la memoria según un estudio realizado en la Columbia University y publicado en la revista Science. En resumen, el estudio afirma que aquellos sujetos que fueron conscientes de la posibilidad de acceder más tarde a la información en la red de manera rápida y sencilla no retenían los datos aportados en el experimento, de la misma manera que aquellos que no eran conscientes de esto.

Lejos quedó el tiempo en que nos perdíamos en bibliotecas, hemerotecas, pinacotecas, mapotecas, etc. para buscar aquel dato que necesitábamos, aquellos que nos intrigaba y nos daba curiosidad. La búsqueda casi romántica en índices, ficheros, listas y estantes quedaron en el pasado. Ahora podemos acceder a casi todo por medio de un click. Así de sencillo. Y esto estaría perjudicando nuestra capacidad para recordar cosas.

Ahora bien, ¿esto es bueno o malo? No lo sé con certeza. Quizás deberíamos preguntarle a un especialista en el campo de la memoria. Sin embargo, a mí me condujo a pensar sobre los desafíos que plantea este "efecto buscador" en la educación. Si decimos que es posible acceder a la información de manera casi instantánea, ya no solo desde una computadora en el trabajo, la escuela o el hogar, sino también...
...desde cualquier celular o smartphone, y por lo tanto, en cualquier lugar. ¿Qué sentido tiene aprender tantos datos que, en última instancia, se vuelven inútiles de recordar? Seguramente nuestras respuestas hacen aguas por todos los costados. Quizás sea un incentivo para repensar la educación en nuestro tiempo.

Desde hace unos años se observa en la Argentina, desde las autoridades educativas, una primacía de lo metodológico por sobre lo conceptual. Dudo que haya sido por estas cuestiones, pero al fin y al cabo nos puede ayudar a pensar. ¿Qué es más importante, el contenido y el método para alcanzar dicho contenido? Partamos de la base de que ambos son importantes pero si tuviéramos que elegir alguno sobre el otro este debiera ser el método. Hay un dicho que lo expresa muy bien: "no darle el pez sino enseñarle a pescar".

Muchas veces en las aulas no se enseña "a pescar" sino que se brinda el conocimiento procesado y digerido para que los sujetos del aprendizaje lo repitan como loros. A mi entender esto no es educación, es adoctrinamiento. Entonces, si decimos que lo más importante es el método, ¿para qué aprender fechas, nombres, lugares, términos, fórmulas, etc.?

El conocimiento no es solo información, no son solo datos aislados. El conocimiento es proceso, relación de contenidos. Cualquiera puede o podría acceder a un dato en particular, supongamos el año del "descubrimiento" de América, a saber, 1492. Pero esto por sí solo no es saber. Saber es también entender porque fue posible que en ese año en particular, un marinero, que no era español pero que se encontraba  bajo la protección de la corona española, llegara a estas tierras aun cuando él no supo que no había llegado a las Indias, el objetivo de su viaje. Para comprender este dato es necesario relacionar e integrar distintos tipos de contenidos: históricos, geográficos, religiosos, antropológicos, económicos, políticos, etc.

Está bien, me podrían decir que esto también es posible de encontrar en internet. Y es cierto, pero no dejaría de ser un dato más grande. El proceso de apropiación del conocimiento es algo íntimo de cada sujeto. Hay algo en la educación que no es transferible, algo que se escapa al dato y por lo tanto a la repetición. Tal vez, y espero sus comentarios al respecto, el fin de la educación no sea reproducir contenidos como lo ha sido y lo sigue siendo en muchos casos, sino justamente una búsqueda del saber a través de la superación del dato inmediato, de lo aparente. Al menos así lo considero yo. Es verdad que, como todo fenómeno tecnológico, los buscadores nos dan la comodidad de acceder a la información de manera inmediata sin demasiado esfuerzo. El desafío no consiste solo en acceder a la información sino en qué hacemos con ella. Y para esto es importante poseer un bagaje cultural suficiente para poder aventurarse en el camino del conocimiento. No solo es una cuestión de un click o la memoria, es una cuestión de inteligencia.

Comentarios

  1. Como docente me siento muy identificada con este texto, hasta uno se pierde en una maraña de sitios web y datos. Creo que el tan mentado "copiar y pegar" hace que cada día se razone menos. Información no es conocimiento, tal vez es esto lo que no hay que perder de vista.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por su comentario. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Jean-Paul Sartre, ser-en-sí y ser-para-sí

Agora (2009). Filosofía, religión y género.

El "ser para la muerte" en la filosofía de Martín Heidegger