Los huesos de Descartes

Acabo de terminar de leer un  libro de Russell Shorto titulado “Los huesos de Descartes” y lo recomiendo para todo aquel que esté interesado en ciencia, filosofía e historia de la modernidad.

Esta obra comienza justamente en el final de la vida del gran filósofo considerado padre de la modernidad Rene Descartes. A partir de este punto el autor del libro va mostrando el entramado de hechos que se van sucediendo en torno a los restos del filosofo, las intrigas, las intenciones, los entretelones a la vez que la historia de una época revolucionada por los cambios políticos y sociales. Al mismo tiempo Shorto va estableciendo curiosas y precisas relaciones entre los diferentes sucesos y el pensamiento cartesiano, exponiendo a la vez que explicando dicha filosofía. Curioso e irónico a la vez es, por ejemplo, que el cráneo de Descartes se haya separado del resto de su cadáver en algún momento de la historia, probablemente en alguno de los tres entierros que tuvo el filósofo. Irónico considerando que había sido el mismo Descartes quien había postulado la dualidad e incomunicabilidad de las sustancias, la sustancia extensa (el cuerpo en el caso del sujeto), y la sustancia pensante (la mente) que estaría simbolizada por la cabeza.

Me animaría a decir que los huesos de Descartes no se podrían haber perdido en época más interesante de la filosofía y de la ciencia. Un tiempo signado por el surgimiento, desarrollo y aplicación del método científico, los debates, las experimentaciones y las peleas entre partidarios de unos y otros bandos, por ejemplo, religiosos y seculares, materialistas y racionalistas, republicanos y monárquicos, etc. Una época en la que el mundo tal como lo conocemos en la actualidad se estaba construyendo a partir de las ruinas de la edad media. Un mundo centrado en la concepción sujeto heredada de Descartes y entendida como cogito.

El libro narra también las vicisitudes que sufrieron por un lado los restos del cuerpo y por el otro el cráneo, desde que fueran enterrados una fría noche de invierno de 1650 en Suecia hasta la actualidad en París, más precisamente en el Musée de l'Homme donde resposa el cráneo y la iglesia de Saint-Germain-des-Prés donde presuntamente está el resto de su cuerpo. Cuenta también el trabajo casi detectivesco de personajes importantes, a la vez que fundamentales para el desarrollo y progreso de la ciencia,  para determinar si el cráneo que había aparecido 180 años después de la muerte del filósofo...
...se correspondía con el de Descartes, esfuerzo que ha continuado, por lo menos, hasta el año 2000. Las peripecias de los restos del padre de la modernidad en plena revolución francesa, el traslado fallido de sus restos al Panteón de París, su paso por la Académie des sciences y los acalorados debates de sus miembros en torno a la autenticidad de los restos. El autor va sumando personajes históricos relevantes que usaron los huesos de Descartes, desde aquellos que los consideraron como amuletos o reliquias sagradas, tal es el caso de aquel que tomó uno de sus dedos, o de aquel otro que hizo anillos con otra parte de los restos; hasta aquellos que utilizaron su cráneo para validar sus teorías científicas.

Sobre el cráneo de Descartes se encuentran unos versos en latín, a continuación su traducción:
"Del gran Cartesio fue esta parva calavera.
Ocultos yacen sus restos en tierras galas,
mas todo el mundo siempre su ingenio alaba
y goza su espíritu en la celeste esfera".

A mi humilde entender Shorto ha logrado condensar en esta obra algunos principios básicos de la filosofía cartesiana relacionándolos con la historia del pensador y luego con los avatares de sus restos, mostrando, si se quiere, los frutos o consecuencias de su filosofía en la construcción del mundo moderno que ayudó a gestar y en el que habitamos aun hoy.

Comentarios

  1. Interesantísimo blog.
    Me he permitido añadirte a mis contactos para darlo a conocer entre mis alumnos.
    Puedes visitarme y compartir mis materiales en:
    http://blog.educastur.es/lacasadeelrond/
    Un saludo
    Alberto Fernández

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  2. Alberto, muchas gracias por tu lectura y comentario. Espero que este espacio sea de utilidad para vos y tus alumnos. Ya me paso por tu blog.
    Saludos

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