Hiperespecialización e/o ignorancia?



¿Alguna vez se han preguntado por qué en la antigüedad había hombres que poseían la totalidad del saber de su época? Es verdad que lo que desconocían superaba ampliamente lo que sabían. De todas maneras eran llamados “sabios”. ¿Es posible llamar sabio a alguien en nuestro tiempo? ¡¿Qué difícil pregunta, no?! La cuestión radica en que el saber, o el corpus teórico de la antigüedad, aunque no nos tenemos que ir tan lejos en el tiempo, era bastante acotado en comparación con la desproporcionada cantidad de conocimientos de hoy en día.

En la antigüedad, y hasta finales de la edad media, era posible dar a ciertos individuos el mote de "sabios" porque poseían ciertos conocimientos generales de las cosas. Por lo tanto el filósofo era a la vez poeta, físico, matemático, astrónomo, químico, ingeniero, etc. Pensemos por ejemplo en Da Vinci a quien le caben muchos de estos títulos.
Era más "fácil" ser sabio en esas épocas pasadas que en la actualidad.

Hoy hablamos de especialización. Lo escuchamos cuando un padre le dice a su hijo "...te tenés que especializar en algo, sino no vas a ser nadie...", o cuando leemos un aviso "...congreso de especialistas...", o cuando vamos a visitar al médico, que ya no es aquel que, después que nos ha examinado nos dice que tenemos, sino que es aquel que nos deriva a uno o varios especialistas, por último, aunque podríamos seguir con la lista, en nuestro mismo sistema educativo (Argentino) el último ciclo del nivel medio (secundaria) se denomina, por ahora, ciclo de especialización.

La misma sociedad nos demanda la especialización. Debemos ser especialistas en algo porque... y aquí empezamos. Podemos pensar en dos argumentos, uno simple y otro, si se quiere, más "conspirativo". Por un lado, es imposible que...
...un ser humano sepa lo mínimo e indispensable, en otras palabras, lo suficiente, de cada rama del saber actual. Por el otro, a la sociedad le conviene que nos centremos en nuestro pequeño recorte del mundo y que no nos preocupemos por lo que ocurre afuera de ese recorte. Ahora, sin querer ser simplista, ¿no podría ser este un factor para explicar la patente indiferencia del hombre contemporáneo?

Como en un modelo de producción, cada individuo debe ocuparse y preocuparse de su lugar y de su función más allá de los demás. Debe ser especialista en lo suyo, aportando así desde su experticia a la sociedad. Aun desconociendo el lugar y la función de los demás miembros de la sociedad.

Podríamos explicar también esto desde un cambio de horizonte, cosmovisión... o paradigma si se quiere. El cambio de la religión a la ciencia. El hombre moderno abandonó la religión, la fe cristiana, o la que tuviera, por otro tipo de religión, otro tipo de fe, la ciencia. El hombre moderno se encargó de endiosar a la ciencia caracterizándola como omnipotente y omnisciente, al menos en potencia. El conocimiento fue ganando abstracción hasta llegar a un punto tal en que hay que ser "especialista" para comprender algunas cosas. El corpus teórico fue creciendo y complejizándose, la tecnología fue avanzando hasta lo que conocemos hoy en día. Todos los días aparece algo nuevo que deja obsoleto lo anterior. La consecuencia directa de esto, para el hombre común, es que, habiendo reemplazado la fe por la ciencia, por el conocimiento científico, este saber y la misma ciencia, se han tornado mágicos, y oscuros.

Hay muchas cosas que desconocemos de la ciencia y la tecnología actual, cosas que no comprendemos y que su mero funcionamiento nos abruma, nos asombra, como el fuego asombró a los primeros hombres que obtuvieron la primera chispa.

¿A dónde nos lleva el progreso científico? ¿A poseer un mayor conocimiento general que poseen solo unos pocos? ¿A poder dominar mejor la naturaleza y a otros hombres? Porque en definitiva pareciera que el hombre, a medida que la ciencia avanza, se va quedando cada vez más en la ignorancia, relegando conocimiento para especializarse en algo particular, o mejor dicho, particularísimo. ¡Que cuestión complicada! Por favor, que no se malinterprete, no estoy en contra del avance científico, sino que me parece que esto de la hiperespecialización no es un tema para dejarlo pasar. Pareciera que la hiperespecialización sería un equivalente de la ignorancia. Somos sabios en esa minúscula fracción de conocimiento e ignorantes en todo lo demás.

Comentarios

  1. busque este tema y me encontre con tu blog, soy un estudiante que se pregunta acerca de esto y pienso que puede haber un factor economico en eso de la hiperespecializacion ya que los pregrados se simplifican y para saber mas y ser parte valida en el mundo debes especializarte cosa que es hoy en dia costosa para muchas personas. creo que deberíamos volver a esa época de sabios donde los saberes científicos podían avanzar desde lo cotidiano y en un encuentro con el otro, haciéndonos seres versátiles y en pro de un mejor desarrollo. considero que hay un negocio de tras de esta hiperespecializacion, eisten muchos grandes hombres genios por curiosidad y grandes doctores que no saben mas que atropellar a los seres humanos.

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