Entre lo Real y lo Virtual: la Confusión.

En estos últimos días, y con motivo de la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional argentino, la Presidente hizo una afirmación que quedará inscripta en la historia, y será ésta la encargada de juzgarla.

Cristina Fernández ha establecido una distinción entre una Argentina "real" y una Argentina "virtual". Nada nueva la distinción en el ámbito filosófico. Desde los comienzos de la filosofía se ha planteado esta cuestión. Unos opinaban que la realidad era este mundo concreto, el mundo de lo físico, lo corpóreo; otros que la realidad eran las ideas; otros que lo real está ya dado; otros que lo real es construido, etc.

Esto que podemos debatir por siglos en filosofía tiene sus consecuencias en la "realidad". A partir de la posición filosófica que optemos, obraremos en la "realidad". El problema es que en la actualidad, no solo en el ámbito de la política sino también en muchos otros lugares como la economía, la educación, y el lenguaje, por solo nombrar algunos espacios, lo real y lo virtual están confundidos. De allí que sea interesante como ejemplo para entender esta confusión la película Matrix. ¿Cuál es la realidad real y cual la virtual?

La Presidente de los argentinos se ha situado en la vereda de la "realidad" dejando del otro lado de la avenida al resto de los argentinos en la vereda de la "virtualidad". Ahora pregunto yo, ¿quién tiene más contacto con la realidad real? ¿O acaso están equivocados más de 30 millones de personas y solo una vive en la realidad? Es medio descabellado el planteo. Ella argumenta que...
...los ciudadanos viven en una realidad creada por los medios, pero los medios no ponen el precio en las góndolas de los supermercados, ni mandan a delincuentes a asaltar, ni inundan las ciudades, ni cortan el suministro eléctrico por la falta de obras públicas e inversión, etc. ¿Será que volvimos al diario de Yrigoyen? ¿Será un error de información o una postura tomada? Postura bastante descabellada por cierto.

Si la verdad es consenso, la Presidente está irremediablemente equivocada. Su planteo pareciera fundamentarse en las utopías del renacimiento, y más atrás en el tiempo, en la teoría de las ideas de Platón. Hay que forzar a la realidad para que encaje en la idea, porque, según el filósofo griego, la realidad es copia sensible de la idea. Hay que forzar la realidad, y recortarla si es necesario, para que se ajuste a la sociedad ideal como se propusieron los grandes utópicos.

La realidad esta "virtualizada". Lo virtual se ha confundido con lo real. Es casi un discurso esquizofrénico pero no hace falta más que mirar a nuestro alrededor para ver que está sucediendo. Cada día estamos más inmersos en la virtualidad ayudados por la tecnología. Pensemos por ejemplo en las infinitas posibilidades que nos brinda la misma internet para reinventarnos, o en la medicina que también nos ayuda a modificarnos físicamente, o en la economía donde el dinero, representación de riqueza, tiende a dejarse de utilizar para dar lugar al dinero virtualizado en tarjetas varias. El sueño moderno era crear mundo y lo hemos logrado, hemos creado mundos, pero ¿a costa de qué?

El discurso presidencial podría diagnosticarse como un síntoma del tiempo en que vivimos y de las incoherencias políticas de nuestros gobernantes que, por un poco de rédito político, dicen cualquier cosa sin pensar. Con respecto a esto recuerdo que la actual Presidente dio un discurso de cierre en el II Congreso Internacional Extraordinario de Filosofía, que tuvo lugar en la ciudad de San Juan, Argentina, y comenzó diciendo, frente a una cuantiosa audiencia de filósofos, que ella no entendía y nunca había entendido nada de filosofía. Platón estaría horrorizado con esta afirmación, no por la edad, que le alcanzaría para ser gobernante, sino por su formación, y esto es otra historia.

Comentarios

  1. Me gustó este artículo! Lo del congreso, excelente!
    Mauro

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